Los casos más extremos de obesidad son más
peligrosos para la salud que fumar, según el último análisis del
Instituto Nacional del Cáncer (EEUU) basado en 20 estudios prospectivos a
nivel internacional y publicado en la revista Plos Medicine. Se trata del mayor estudio sobre los efectos de la obesidad de clase 3 o mórbida en la mortalidad.
La presencia de la obesidad se ha incrementado dramáticamente en varios países del globo llegando a representar un 30% de la población mundial.
Los investigadores, utilizando los datos de estos 20 estudios de
Estados Unidos, Suecia y Australia (con 9.564 adultos con obesidad
mórbida y 304.011 con peso normal), querían evaluar el riesgo de muerte
en general, relacionada con una gran variedad de causas, así como los
años de esperanza de vida perdidos asociados al nivel de obesidad
mórbida o extrema (IMC de 40 o más)
.
Dentro del estudio, se añadió un patrón respecto a las personas con peso saludable pero que fumaban. Su esperanza de vida se redujo en casi 9 años, lo que reafirma que la obesidad mórbida es más peligrosa que fumar.
"Es poco probable que este estudio incite a las personas con obesidad
mórbida a adelgazar, ya que eso presupone que la principal razón por la
que estas personas no pierden peso es la falta de voluntad y yo diría
que este no es el caso, pero podría tener un efecto beneficioso si lleva a la sociedad a cambiar en formas que frenen el promover la obesidad y a desarrollar tratamientos agresivos para la obesidad mórbida”, afirma Lee Kaplan, coautor del estudio.
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